Reseña "Mackenzie - La memoria de las sombras" de Sarah Julia Kane

Titulo: Mackenzie - La memoria de las sombras

Autor/a: Sarah Julia Kane

ISBN: 978-84-683-0841-8

№ páginas: 192

Tamaño real: 21 x 14

PVP: 12,00 €

Si lo que buscas es una de esas historia en las que una chica se mete en líos y tiene que esperar a que un chico la rescate porque no sabe defenderse sola, entonces esta historia no es para ti. Ni hablar. Si lo que buscas es una historia en la que una chica se enamora del tipo equivocado… Bueno, entonces puede que sí. Pero esta historia, la mía, va de muchas otras cosas, como de saber quién eres. En cualquier caso, si te decides a leer este libro, hazlo en una habitación bien iluminada, porque no puedes saber si lo que habita en las sombras es bueno o malo. Pero es muy probable que haya algo ahí aunque tú no lo veas.

Siempre me había llamado la atención este libro pues su sinopsis me pareció interesante así que en cuanto lo tuve entre mis manos lo devoré en un ratito.

Mackenzie es la protagonista y nos cuenta como es su vida que pasa de una vida tranquila a una llena de hechos extraños.
Empezando por una sombra que la sigue y continuando con que el chico que le gusta intenta matarla.
A partir de ahí nuestra protagonista no entiende nada y menos cuando recibe un disparo que la mata.

Hacía apenas una hora estaba dispuesta a besarme con él hasta perder el conocimiento; en cambio, ahora me sentía capaz de patearle hasta que se me rompieran las botas.

El libro está dividido en dos partes y al ser tan cortito está todo muy concentrado y pasan muchas cosas.
Mackenzie es muy directa y por eso se te hace el libro muy ameno, además experimentarás el cambio radical que sufre la protagonista al enterarse de todo.
Creo que habrá otro libro y los que lo hayan leído ya sabrán porqué.
En definitiva es un libro sin muchas pretensiones, que te hará pasar un rato entretenido.
Mi única pega es que lo he visto un poco infantil para mi, pero ha sido refrescante.

Dicen que el primer beso que te da alguien siempre es diferente a los demás. Y es cierto. Ese segundo beso fue incluso mejor. Sin recuerdos viniendo a mi mente ni cataratas de imágenes. Solo la energía fluyendo entre nosotros, sus labios entre los míos, la punta de la lengua acariciando la mía y un cosquilleo y que me recorrió entera y que hizo que se aflojara la tensión de mis caderas y que sintiera como si mis piernas se volvieran líquidas, como si no pudiera sostenerme sobre ellas.
Así de bueno fue ese beso.

Agradecimientos a Edebé por el ejemplar.

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